jueves, 4 de octubre de 2012

COMPORTAMIENTO


Las serpientes tienen un sistema nervioso bien desarrollado y una inteligencia intermedia entre la de los peces y la de los mamíferos. Muestran una marcada capacidad de adaptación a la vida en cautividad y algunas pueden llegar a ser bastante mansas.
Los miembros de muchas especies se muestran nerviosos y excitables cuando son capturados, pero suelen responder rápidamente al buen trato y los cuidados.
Cuando se sienten amenazadas en su estado natural, algunas serpientes ejecutan exhibiciones de amenaza muy elaboradas; las inofensivas pueden llegar a parecer más peligrosas que las venenosas. Aunque carecen de voz, muchas veces emiten siseos a gran volumen.
Muchas serpientes hacen vibrar la cola cuando están excitadas y, si se encuentran entre hierba seca, producen así un sonido perfectamente perceptible. El caso más llamativo es el del cascabel córneo de las serpientes de cascabel, que llega a vibrar con una frecuencia de 50 veces por segundo de promedio. El sonido resultante, al igual que el siseo, es una advertencia a los enemigos, no una señal para atraer a otros individuos de la misma especie. Cada vez que la serpiente experimenta una muda, lo que ocurre entre una y cinco veces al año, se añade un nuevo segmento al cascabel.

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